El presidente Luis Arce Catacora declaró este miércoles estado de emergencia nacional ante los graves desastres naturales que afectan a todo el territorio boliviano. La medida fue adoptada mediante decreto supremo y permitirá agilizar la ayuda humanitaria, realizar compras directas y gestionar recursos internacionales para atender la crisis.
Durante una conferencia de prensa en la Casa Grande del Pueblo, el mandatario informó que convocará para el próximo lunes 31 de marzo una sesión extraordinaria del Consejo Nacional de Autonomías (CNA) con los gobernadores de los nueve departamentos, con el objetivo de coordinar acciones inmediatas.
Impacto de los fenómenos climáticos
Las intensas lluvias, consideradas las más fuertes en los últimos 40 años según el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi), han dejado un balance trágico:
- 209 municipios afectados
- 378,885 familias damnificadas
- 818 viviendas destruidas y 2,596 afectadas
- 51 personas fallecidas y 8 desaparecidas
- 29 unidades educativas con daños
Los departamentos más afectados son Beni (que declaró situación de desastre), La Paz y Santa Cruz (en emergencia). El sistema educativo reporta 9 escuelas en modalidad semipresencial, 14 con clases a distancia y 6 que suspendieron actividades completamente.
Acciones gubernamentales
El gobierno movilizó 4,081 efectivos de las Fuerzas Armadas y personal de Defensa Civil, que hasta la fecha han distribuido 234 toneladas de ayuda humanitaria y equipos por valor de 4 millones de bolivianos. Las brigadas médicas atendieron a 2,733 personas en seis departamentos.
«Este año enfrentamos una situación sin precedentes. Las 818 viviendas destruidas requerirán una reconstrucción caso por caso», señaló Arce, anunciando además la elaboración de un plan post-inundaciones para reparar los daños.
La declaratoria de emergencia nacional permitirá al Estado agilizar todos los procesos necesarios para atender esta crisis que afecta a gran parte del territorio boliviano.
