El viceministro de Régimen Interior, Jhonny Aguilera, descartó este jueves que el asesinato del capitán José Aldunate esté relacionado con un «ajuste de cuentas«. En cambio, señaló que el crimen habría sido una «represalia» o «vendetta» por parte del crimen organizado.
«Creemos que el asesinato es una represalia del crimen organizado frente a quienes combatimos estas mafias, que indudablemente están vinculadas al sicariato«, afirmó Aguilera desde Santa Cruz.
El viceministro explicó que, de tratarse de un ajuste de cuentas, el capitán Aldunate tendría que haber tenido algún vínculo con el narcotráfico, algo que no se ha encontrado. «Al contrario, estamos en la certeza de que esta es una vendetta del crimen organizado», sostuvo, añadiendo que se espera esclarecer los motivos del crimen una vez que se capture a los responsables.
Sobre las especulaciones respecto a los bienes del capitán, Aguilera aclaró que el vehículo que usaba Aldunate estaba vinculado a un proceso judicial y que se gestionaba su devolución al propietario legítimo. En cuanto a su vivienda, explicó que fue construida con una herencia recibida por el padre del oficial.
El viceministro recalcó que Aldunate era una «víctima» y destacó que trabajaba en seguridad física estatal sin tener antecedentes penales.
Sicarios identificados
Aguilera confirmó que ya se identificó a los dos presuntos sicarios responsables del asesinato: Erick y Oswaldo Hurtado Aguilera. Ambos tienen un historial delictivo y, según el viceministro, en el pasado dejaban el cartel de «sapo» en sus víctimas.
«Este tipo de sicarios huyen hacia Brasil después de cometer estos delitos«, explicó Aguilera. Sin embargo, aclaró que aún no se ha identificado a quienes habrían pagado por el crimen.
El caso sigue bajo investigación, mientras las autoridades buscan capturar a los responsables y esclarecer los motivos detrás del asesinato del capitán Aldunate.