lunes, septiembre 16

La Cámara Nacional de Comercio propone al Gobierno Nacional la aplicación inmediata de medidas de triple impacto

COMERCIO

Jaime Ascarrunz Presidente de la Cámara Nacional de Comercio (CNC-Bolivia), saluda la convocatoria que ha realizado el Presidente del Estado a un encuentro con el sector privado, al que estamos prestos a asistir y en el que esperamos comunicar a su Excelencia la situación de nuestro sector, evaluar los acuerdos que alcanzamos en febrero y proponer soluciones a las dificultades que atraviesa el país.

Las empresas dedicadas a la importación de bienes finales, insumos industriales, maquinarias y equipos han enfrentado en el último año la doble escasez de dólares y de combustibles. Nuestros asociados están realizando grandes esfuerzos para poder adquirir divisas, ante la imposibilidad, en la práctica, de acceder a dólares del Banco Central. La trasferencia de dólares al exterior se ha convertido también en una tarea por demás complicada, que puede llevar meses, debido a las programaciones que realizan las entidades financieras. Los importadores están quedando sin opciones para realizar pagos a sus proveedores en el exterior, arriesgando así el suministro de los distintos bienes que importan. De continuar esta situación, nuestros asociados estarán enfrentados a la necesidad de suspender sus operaciones, cerrando o reduciendo sus negocios, lo que traerá desabastecimiento de productos y mayor desempleo.

La falta de combustibles es otro factor que entorpece las actividades del sector comercial; puesto que las unidades de transporte terrestre, con mayor frecuencia deben realizar largas filas para cargar combustibles, lo que reduce el tiempo de disponibilidad en su operación y por ende encarece el flete por el servicio. No hay que olvidar el costo logístico en Bolivia ya era el más alto de la región. Adicionalmente, el creciente malestar social, que tiende a expresarse en el surgimiento de bloqueos, agrava la situación y genera mayor incertidumbre

Para evitar la crisis que se insinúa, consideramos que es necesario tomar las siguientes medidas “de triple impacto” de manera simultánea, inmediata y decidida, antes de que las expectativas del público sobre la economía y la inflación se deterioren aún más y generen mayor incertidumbre:

  1. Es necesario reducir el déficit fiscal a niveles manejables. Debemos reconocer que la subvención a los combustibles es insostenible, por lo que es cada vez más urgente eliminarla. Las medidas anunciadas por el Presidente son un paso en esa dirección, pero son todavía insuficientes. A este esfuerzo por reducir el gasto público debe contribuir también la reducción del empleo en el sector público, que tiene un tamaño que nuestra economía no puede sostener. Muchas de las empresas públicas, lamentablemente, no han logrado ser sostenibles financieramente y más bien son una carga para el Estado. Se debe pensar en un plan integral de reingeniería de las empresas públicas, que incluya las opciones de cierre o conversión en sociedades anónimas mixtas. Aquí el sector privado puede ayudar a hacer rentables a algunas de estas empresas. Para aliviar el impacto del ajuste fiscal es necesario conseguir de organismos financieros internacionales la otorgación de créditos de libre disponibilidad.
  2. Es necesario flexibilizar el tipo de cambio y dinamizar nuestro comercio exterior. El sector privado efectúa sus operaciones con un tipo de cambio paralelo, por lo que para la mayoría de los bolivianos el tipo de cambio oficial es una ficción. Mantener un tipo de cambio oficial que no responde a la realidad está trayendo problemas para todas las empresas al momento de realizar operaciones con el exterior y contabilizarlas.

Para atenuar el efecto de esta medida sobre los precios proponemos:

  • la reducción de diferentes tributos que se imponen sobre las importaciones: aranceles, IVA importaciones y los impuestos específicos a diferentes importaciones.
  • flexibilizar las actuales regulaciones a la importación, tales como las autorizaciones previas de algunos productos, e
  • implementar a la brevedad posible la “Ventanilla Única de Comercio Exterior” lo cual reducirá sustancialmente el tiempo de la tramitología con las diferentes entidades de regulación al comercio exterior.
  • En el largo plazo, las dificultades presentes sólo se superarán cuando las exportaciones del país puedan generar las divisas que el país necesita; para ello, es necesario constituir una base productiva con el desarrollo de nuestras potencialidades tales como la minería y el turismo. Esto sólo se logrará con la participación del sector privado, que debe contar con las condiciones adecuadas para invertir, como ser:
  • Mayor seguridad jurídica, que es la base para poder realizar nuestras actividades e incentivar las inversiones,
  • Terminar con los avasallamientos,
  • Establecer tribunales que traten las controversias laborales y tributarias con imparcialidad y racionalizar la regulación a las actividades privadas,
  • Reducir las cargas laborales y permitir la libre contratación bajo modalidades modernas y flexibles, lo que fomentará el empleo formal.
  • Reducir el tiempo de prescripción en materia tributaria lo que afecta al empresario ya que somos a nivel mundial el país que más tiempo tiene para que la administración tributaria (Aduana Nacional y Servicio de Impuestos Nacionales) pueda realizar una fiscalización, actualmente son  8 años y en los países vecinos Perú por ejemplo son 4 años y en Colombia 5 años,
  • Trabajar de manera conjunta en ampliar el universo tributario y estudiar la reducción de algunos impuestos o la disminución de su alícuota.
  • Fomentar la inversión privada nacional y extranjera (que trae divisas y genera empleo), reduciendo las restricciones que actualmente se les impone y ampliando sus incentivos.

Ojalá el encuentro con el sector privado que propone el Presidente del Estado pueda ampliar y complementar los acuerdos a los que llegamos a principio de año, de manera de enfrentar el difícil momento que atravesamos, generando un diálogo con resultados.