
La Central Obrera Boliviana (COB) ha presentado su demanda para 2025: un incremento del 15% al salario mínimo nacional (lo que lo llevaría a Bs 3.000) y del 20% al haber básico. Argumentan que esto compensaría la inflación del año pasado y mejoraría las condiciones de los trabajadores. Sin embargo, el sector empresarial muestra preocupación, señalando que este aumento podría generar más desempleo y afectar seriamente a las empresas, especialmente a las pequeñas y medianas.
Pablo Camacho, representante de la Cámara Nacional de Industrias, explicó que con este incremento el costo real para los empleadores subiría a Bs 3.700 por trabajador, incluyendo beneficios sociales. Advirtió que muchas empresas no podrían soportar este gasto adicional, lo que llevaría a cierres y más informalidad laboral. Además, destacó la difícil situación económica actual, con un crecimiento proyectado de solo 2.1% para 2024 y problemas de liquidez en el sector productivo.
Los economistas también han expresado sus reservas. Carlos Aranda del Centro de Estudios Populi recordó que Bolivia ya tiene uno de los costos laborales más altos de la región, donde los empleadores pagan un 31% adicional al salario base. Citó el ejemplo del aumento del 20% en 2013, que resultó en la pérdida de más de 45,800 empleos formales. Por su parte, Germán Molina sugirió la necesidad de un gran acuerdo nacional que considere tanto las necesidades de los trabajadores como la realidad de las empresas.
Frente a estas posiciones, la COB, a través de su secretario ejecutivo Juan Carlos Huarachi, ha mostrado disposición al diálogo tripartito, aunque enfatizando que la prioridad debe ser proteger el poder adquisitivo de los trabajadores. Las negociaciones con el gobierno ya comenzaron el 5 de abril, pero los empresarios critican no haber sido convocados desde el inicio del proceso.
La decisión final sobre el incremento salarial se conocerá en los próximos 22 días, en un contexto económico complejo marcado por el bajo crecimiento, la escasez de divisas y la brecha cambiaria (con el dólar paralelo superando los Bs 11). Este escenario plantea un delicado equilibrio entre mejorar los ingresos de los trabajadores y mantener la viabilidad del sector productivo formal.
//Con información de El Deber