El presidente del Movimiento Al Socialismo (MAS), Grover García, anunció este sábado que el expresidente Evo Morales será sometido a un proceso por transfugio político, luego de que se conociera su alianza con otro frente para postular a las elecciones generales de este año. García justificó la medida señalando que Morales aún es militante del MAS y, en esa condición, no puede firmar acuerdos con otras fuerzas políticas.
“Hoy, por intereses y ambiciones personales, no quiere dejar la mamadera ni los beneficios que recibía de forma personal. Antes fue uno de los líderes más importantes, pero ahora ha traicionado al partido”, declaró García en una entrevista con Erbol.
El transfugio político está tipificado en el artículo 101 de la Ley 096 de Organizaciones Políticas como una falta grave. Esta norma establece tres escenarios para su aplicación: cuando un militante se pasa a otra organización política, se declara independiente o asume una posición contraria a los principios de su partido o plan de gobierno. Según el artículo 102 de la misma ley, Morales podría enfrentar una suspensión de cinco años como sanción.
García acusó al expresidente de haberse “servido del partido y ahora lo traiciona por intereses personales, junto con quienes lo siguen”. Además, advirtió que los diputados, senadores y otros dirigentes que respalden la candidatura de Morales también serán sometidos a procesos similares. Asimismo, instó a los ministros y viceministros afines al evismo a renunciar a sus cargos por considerar que incurrieron en una “traición” al MAS.
Por su parte, el entorno de Evo Morales anunció que este lunes se realizará una renuncia “masiva” a la militancia del MAS, en un acto que marcaría la ruptura definitiva con el partido que lideró por más de dos décadas.
Este enfrentamiento interno se da en un contexto electoral marcado por la polarización, donde Morales busca mantenerse como una figura relevante en la política boliviana, mientras el MAS intenta reafirmar su identidad sin su liderazgo.