Un contexto global cambiante determina nuevas oportunidades para productos bolivianos en el mercado mexicano, especialmente en sectores como el café, la soya y la quinua. También hay potencial para la cooperación en áreas estratégicas como el litio.
La relación comercial entre Bolivia y México está experimentando un crecimiento positivo, pero aún se encuentra “muy por debajo del potencial” que podría alcanzar, según Rodrigo Morales Castillo, director general de Impulso Económico Global de la Secretaría de Relaciones Exteriores de México. En una entrevista exclusiva con La Razón durante su visita a Bolivia, la autoridad detalló las oportunidades y desafíos que enfrenta el intercambio bilateral en un momento de transformación de la economía mundial.
“Hemos tenido resultados muy positivos en los últimos tres años. El comercio ha crecido bastante”, afirmó el funcionario mexicano. Sin embargo, enfatizó que existe un “gran potencial” y un “nicho de oportunidades para los productos bolivianos en México”.
Morales Castillo señaló que las exportaciones mexicanas a Bolivia rondan los $us 200 millones, mientras que las importaciones desde Bolivia alcanzan los $us 90 millones. “El comercio ha estado creciendo en exportaciones mexicanas hacia Bolivia en un 9%. En el caso de ustedes, el comercio ha aumentado casi un 50%”, destacó.
Entre los principales productos que México exporta a Bolivia se encuentran automóviles, camiones, tractores, celulares y computadoras. Por su parte, Bolivia vende a México principalmente estaño en bruto, semillas, frutos, cascos sin ahormado, platos y cilindros. Sin embargo, Morales Castillo identificó nuevas oportunidades para productos bolivianos en el mercado mexicano, incluyendo “café, soya, quinua, uva de mesa, nuez de Brasil” e incluso el vino de Tarija.
El funcionario mexicano enmarcó estas oportunidades comerciales en el contexto del nearshoring o relocalización de empresas, un fenómeno que está reconfigurando las cadenas de suministro globales. “Bolivia puede jugar un papel muy interesante, tanto en proveeduría para estas cadenas que se necesitan para la integración de industrias productivas en Estados Unidos, Canadá y México, como en agregarle valor a cierto tipo de productos que pueden llegar al mercado norteamericano”, explicó.
En cuanto a la cooperación en sectores estratégicos, Morales Castillo abordó las posibilidades en torno al litio, un mineral clave para la industria de la electromovilidad. “Ha habido avances significativos en términos de cooperación”, afirmó, aunque reconoció que “falta inversión; necesitamos mucha inversión”. El funcionario expresó el interés de México en “buscar alguna oportunidad en Bolivia para justamente desarrollar la industria del litio”.
Respecto al futuro de la relación bilateral, Morales Castillo aseguró que la continuidad de los proyectos y programas de cooperación está garantizada con el próximo cambio de gobierno en México. “Estamos muy seguros de eso”, afirmó, destacando que la presidenta electa, Claudia Sheinbaum, representa “la continuación de un proyecto que inició el presidente López Obrador en 2018”.
El funcionario resaltó los logros económicos de México en los últimos años. “Hoy somos la duodécima economía del mundo. El año pasado crecimos un 3.2% en el Producto Interno Bruto (PIB), lo cual es un desempeño superior al de Estados Unidos, China, Canadá, Brasil y varios países de la OCDE”, aseveró.
Morales Castillo también subrayó la importancia de los programas sociales implementados por el gobierno mexicano, cuyo resultado es que “5,5 millones de mexicanos han salido de la pobreza”. Esta combinación de crecimiento económico y programas sociales ha derivado en una alta aprobación del presidente López Obrador, que se retirará con una popularidad superior al 80%.
En cuanto a oportunidades adicionales para los bolivianos, mencionó la existencia de becas y programas educativos disponibles a través de la agencia de cooperación de la Cancillería Mexicana. Además, resaltó la facilidad de tránsito entre ambos países debido a la ausencia de requisitos de visado.
Morales Castillo expresó una visión optimista sobre el futuro de la región latinoamericana, a pesar de los desafíos recientes. “La vemos como una región con desafíos, pero también con una gran oportunidad”, afirmó, subrayando que “lo que está pasando en Norteamérica es un gran vector para la integración latinoamericana”.
La visita de Rodrigo Morales Castillo a Bolivia marca un paso importante en el fortalecimiento de las relaciones comerciales entre ambos países. Con un enfoque en diversificar las exportaciones bolivianas y aprovechar las oportunidades surgidas del nearshoring, ambas naciones tienen la posibilidad de profundizar su integración económica en un contexto de cambios globales. El desafío actual radica en traducir estas oportunidades en beneficios concretos para las economías y poblaciones de ambos países.//LA RAZÓN