El viceministro de Defensa del Consumidor, Jorge Silva, denunció que el fenómeno denominado “contrabando a la inversa” está generando una menor oferta de alimentos en Bolivia y un incremento de precios, por lo cual está solicitando que se militaricen los puntos fronterizos para realizar el control.
Explicó que, por ejemplo, el arroz debería costar a Bs220 el quintal, pero ha subido por encima de Bs400, dado que el producto es contrabandeado a Brasil a un precio de Bs500. En el caso de Perú, señaló que la carne de pollo llega a costar el doble que en Bolivia.
En ese marco, Silva dijo que se debe cerrar la puerta al contrabando, puesto que así se quedarán los alimentos en el mercado nacional, se fortalecerá la oferta de productos y reducirán los precios.
Reconoció que las fuerzas institucionales actualmente no son suficientes para realizar un control, puesto que cuando existe supervisión las actividades ilegales se suspenden temporalmente y luego se reactivan.
Ante esa situación, indicó que mediante el Comité de Seguridad Alimentaria se está solicitando la militarización de los puntos fronterizos, con el Perú especialmente porque por ahí todos los días están saliendo miles de toneladas de alimentos.
“Porque no tenemos control permanente. Nosotros vamos y estamos, y ese momento está todo controlado. Nos retiramos y nuevamente vuelve a cometerse el delito. Entonces ahí necesitamos permanentemente un control: ¿quién lo puede hacer? El Ejército”, manifestó.
El Viceministro aclaró también que de todas maneras existirá un incremento de precios, debido a los efectos de la inflación global. Explicó que quienes usan insumos importados sentirán esos costos.
Como ejemplo, dijo que la harina argentina se vendía en Bs140 o Bs160, pero ahora supera los Bs200. Según Silva, esos precios internacionales ya no rebajarían a sus anteriores niveles.