El director general del Régimen Penitenciario, Juan Carlos Limpias, informó que se inició una investigación sobre el caso de Rolando Andrés Zambrana Tapia, un recluso que agredió, torturó y quemó a su expareja, Shirley Noemí Gonzáles, en el penal de El Abra, Cochabamba.
Limpias aseguró que Zambrana será trasladado a la cárcel de máxima seguridad de Chonchocoro de La Paz para garantizar la seguridad y evitar más incidentes.
«Ya se ha cautelado a este privado de libertad y será trasladado a Chonchocoro», afirmó Limpias a la estatal Bolivia Tv.
También detalló que el ataque ocurrió en un kiosco dentro de la penitenciaría, donde otros internos intervinieron para salvar a la víctima, quien había ingresado como visita.
Los presos denunciaron el hecho y colaboraron en la atención de Gonzáles.
El ataque ha sido vinculado a móviles pasionales, según Limpias, y la administración penitenciaria se ha comprometido a colaborar en la investigación, además de hacerse parte del proceso judicial que se ha abierto contra Zambrana.
Asimismo, la autoridad destacó que Régimen Penitenciario está en contacto con la familia de Gonzáles para garantizar el tratamiento médico de la víctima.
«Nos estamos haciendo cargo del tema de salud para apoyarla no solo con curaciones, sino también con las operaciones que pueda necesitar», agregó, agradeciendo a las autoridades del Ministerio de Salud y del Ministerio de Gobierno por su rápida intervención en el caso.
Antecedentes
Rolando Andrés Zambrana Tapia está cumpliendo una condena de 30 años sin derecho a indulto por el asesinato de la madre de otra expareja en 2018.
Zambrana, que en su momento fue tecladista de un conocido grupo musical cochabambino, intentó secuestrar a su entonces pareja y disparó contra la madre y la hermana de la joven, causando la muerte de la profesora Jobita Garfias tras 48 horas de agonía. Fue condenado por estos hechos en 2020.
El reciente ataque contra Shirley Noemí Gonzáles ha reavivado la preocupación por la seguridad dentro de los recintos penitenciarios, lo que ha motivado la decisión de trasladar a Zambrana a Chonchocoro, un penal de máxima seguridad.